Stefan Zweig
- Por
- El 18/06/2016
- Comentarios (0)
- En Soñadores de Europa
Autor inclasificable, gran figura de la cultura vienesa y europea del siglo XX, Stefan Zweig (1881-1942) sigue siendo un autor popular por la profundidad psicológica de sus relatos. Entre 1923 y hoy día, su obra dio lugar a más de cincuenta adaptaciones cinematográficas...
El ex libris de S. Zweig, dibujado por E. M. Lilien, 1902
Stefan Zweig en su despacho, hacia 1925.
Un destino brillante y trágico
Stefan Zweig nació el 28 de noviembre de 1881 en una familia judía próxima a la alta burguesía vienesa. Su padre, Moritz Zweig, fue un rico fabricante de tejidos y su madre, Ida Brettauer, hija de un banquero italiano. Al estar involucrado en el negocio familiar el hijo mayor de los Zweig, Alfred, Stefan puede elegir libremente su formación. Así comienza, en 1900, sus estudios de literatura en la Universidad de Viena. En ese momento, deja la casa familiar para residir en un cuarto de estudiante. Asiste irregularmente a los cursos y frecuenta sobre todo los cafés y las salas de concierto y de teatro. Se interesa por los poetas, especialmente Rainer Maria Rilke y Hugo von Hofmannsthal, ambos ya muy famosos, a pesar de su juventud. Zweig se dedica a escribir y compone varios poemas. También publica artículos en las páginas culturales (Feuilleton) del famoso diario vienés Die Neue Freie Presse (La Nueva Prensa Libre). Reconocido pronto como uno de los talentos más prometedores de la escena literaria vienesa, el joven Stefan no se deja embriagar por este temprano éxito y continúa sus estudios de literatura en Berlín; una manera personal de afirmar su libertad y conocer otros horizontes intelectuales y artísticos. De vuelta a Viena, presenta en 1904 su tesis universitaria sobre la filosofía de Taine y obtiene un doctorado en filosofía. Entre 1904 y 1914, Stefan Zweig viaja intensamente: a Europa, Estados Unidos, Canadá e incluso a la India. Pasa largas temporadas en las principales ciudades europeas: Berlín, Londres, París, Bruselas ... En la capital belga, se hace amigo del poeta Emile Verhaeren. Traduce su obra al alemán y contribuye a su fama internacional, escribiendo su biografía.
Personalidad brillante y extremadamente generosa, Stefan Zweig pasó por muchas crisis de angustia y desesperación. En 1902, al elaborar el ex libris del joven escritor, el grabador Efraín Moisés Lilien identificaría bien su carácter: representa a un joven desnudo cuya actitud expresa tanto el deseo de alcanzar el templo de la verdad como el miedo ante la zarza terrible que se interponga en su camino (véase la ilustración adjunta). Esa imagen tensa expresa por un lado, el aspecto "voluntario", civilizado y refinado de Stefan Zweig y, por otro, su aspecto "crepúsculario" hipersensible, oscuro y suicida. Su mujer, y más íntima amiga, Friederike María von Winternitz (1882-1971) escribió en 1930: « Tengo un peso en el corazón ante la idea de que nadie – excepto yo – te conoce realmente, y que se escribirá un día sobre ti las cosas más estúpidas y más huecas. Es cierto que dejas pocas personas acercarse y que, con respecto a tu propia persona, te encierras en ti mismo. »
De hecho, el escritor va a experimentar muchas pruebas y conocer un final trágico. Después del daño moral causado por la Primera Guerra mundial (que lo alcanza en sus ideales cosmopolitas y pacifistas), vive entre 1920 y 1933, un período glorioso, siendo uno de los escritores más famosos y más populares de su tiempo. Sin embargo, la llegada al poder de Hitler va a cambiar su vida. Zweig toma pronto conciencia del terrible peligro que el dictador representa para los Judíos en Alemania, Austria y toda Europa. Exiliado en Inglaterra durante la anexión de Austria por Alemania (1938), se ve despojado de su ciudadanía austríaca. Después de una breve estancia en Nueva York, se establece finalmente en Brasil, en la ciudad de Petrópolis, cerca de Río de Janeiro. Cediendo a la desesperación, se suicida con su secretaria (y segunda esposa), Lotte Altman, el 22 de febrero de 1942.
Romain Rolland en 1914
Amistades literarias e intelectuales
El premio Nobel Hermann Hesse dijo de Stefan Zweig que era un "maestro de la amistad." No fue una expresión vacía. El escritor austríaco tenía pasión por las personas y dedicó mucho de su tiempo, y de su talento, a traducir a sus contemporáneos y a escribir sus biografías.
Tres "maestros" y amigos serán especialmente importantes para él: en primer lugar, el poeta flamenco Emile Verhaeren. Se conocieron en Bruselas en el verano de 1902. El belga suscitó de inmediato la admiración del joven Zweig: "Verhaeren es el primero de todos los poetas de lengua francesa que trató de dar a Europa lo que dio Walt Whitman a los Estados Unidos: una profesión de fe en su tiempo, una profesión de fe en el futuro "(El Mundo de ayer). Por desgracia, esta amistad no sobrevivió a la Primera Guerra Mundial y al repliegue patriótico del poeta, convertido al antigermanismo. El encuentro con el escritor francés Romain Rolland fue más feliz y más sostenible. Stefan Zweig quedó inmediatamente cautivado por la obra de Rolland y aún más por su personalidad. Fue seducido por su humanismo, su pacifismo, su conocimiento de la cultura alemana que parecía representar una síntesis entre las dos culturas. En su primera carta, Rolland escribe: « No me sorprende que simpaticemos ... es Ud. un europeo. Yo lo soy también, de corazón ». Los dos hombres no dejaron de intercambiar correspondencia y animar sus ideales pacifistas durante la Primera Guerra mundial, y más allá. El tercer hombre que ha marcado profundamente a Stefan Zweig es, como él, un "puro vienés": se trata de Sigmund Freud. Su amistad comenzó con la decisión del escritor de enviar al famoso doctor su segunda colección de poesía, y continuó con un intercambio de libros que duró más de treinta años, desde 1908 hasta 1939 (fecha de muerte del fundador del psicoanálisis). En 1926, desde la cima de su fama, Zweig escribe a Freud: « Usted ha liberado de sus complejos a toda una época y a una multitud de personas ... gracias a Usted vemos, decimos muchas cosas, que sin Usted no hubiéramos visto ni dicho ... »
Un maestro del relato y de la biografía psicológica
Sigmund Freud devuelve el cumplido. Mientras se disculpa por su falta de cultura literaria (falsa excusa porque Freud era de hecho un gran lector), otorga un gran valor a la obra del escritor y considera, en particular, los dos relatos – Veinticuatro horas en la vida de una mujer y La Confusión de los sentimientos –, como obras maestras tanto de un punto de vista estético como psicológico. Freud se maravilla de la capacidad de Zweig para expresar el alma de sus personajes « sin ninguna explicación o pseudo-teoría »). Para Freud, Zweig es el tipo mismo del observador que escucha con simpatía y amor, que busca comprender lo "grande extraño" (das grosse Unheimliche). De hecho, la mayoría de las ficciones del escritor vienés se presentan como un relato ambientado en otra historia, es decir, como una confidencia o una confesión que el personaje trasmite al narrador. El resultado crea una impresión de intimidad, fascinante para el lector. La forma literaria en la que Zweig destaca principalmente es el relato. Eso puede ser debido a una cierta concepción de tiempo y a una naturaleza secreta. El escritor sugiere que él, como un atleta, tiene una « distancia favorita », ni demasiado larga ni demasiado corta. Esa distancia también parece particularmente apropiada a sus lectores.
La otra forma en la que brilla el arte de Zweig es la biografía psicológica. Retrata esencialmente grandes aventureros del espíritu (Erasmus, Montaigne, Hölderlin, Kleist, Nietzsche, Messmer, Maria Bakker-Foucault, Freud ..), grandes descubridores (Magallanes, Américo Vespucio), así como también figuras oprimidas por la historia (María Estuardo, María Antonieta, personalidades con quienes probablemente se ha identificado). En la víspera de su muerte, manda a su editor un último manuscrito, una increíble autobiografía que representa un testimonio incomparable de la vida europea e intelectual de principios del siglo XX: El Mundo de ayer. Memorias de un Europeo.
Vienés, europeo y cosmopolita
Nacido en una familia judía de origen italiano y moravo, educado en la capital de un imperio que, antes de la Primera Guerra mundial, reunía a más de una decena de naciones diferentes, Stefan Zweig aprende pronto los idiomas de los principales países de Europa y, siendo adulto, dominará perfectamente el Inglés, el francés y el italiano. Viajero incansable, Zweig critica a los intelectuales de Inglaterra, Francia y otros países por no moverse de sus respectivos lugares de origen y considerar a su patria como el centro del mundo. Indiferente a las fronteras, el escritor se expresará con vehemencia y coraje durante la Gran Guerra. Con la ayuda de Romain Rolland, intentó, desde el comienzo del conflicto, organizar en Ginebra una conferencia que debía reunir a las personalidades intelectuales más destacadas y lanzar un manifiesto para un acuerdo. Desgraciadamente, el proyecto fracasa (en 1914-1915, el drama de la guerra está aún demasiado lejos de "la gente de atrás", amurallada en su orgullo patriótico). En 1917 vuelve a la carga, esta vez con una obra dedicada a la figura del profeta Jeremías. Verdadero alegato por la paz, la obra supone un gran éxito y son vendidas más de veinte mil copias. Sin embargo, las posiciones políticas de Zweig son a veces excesivas. La publicación de su anuncio « Por el derrotismo » en el cuarto aniversario de la Guerra, se verá fuertemente reprendido por su amigo Rolland: « El derrotismo está, nos guste o no, en el mismo plano que esa mezcla de odio y de envidia, de las cuales tengo la intención de liberarme... no me resigno a ser derrotado. Yo digo a las fuerzas que nos aplastan: « no conquistaréis al espíritu, es el espíritu el que os conquistará. »
Zweig y la cultura humanista
En 1935, en una Europa sometida a los totalitarismos y, pronto también a la guerra, Stefan Zweig publica un ensayo biográfico sobre el humanista Erasmo de Rotterdam (1467-1536). El subtítulo del libro indica « Auge y caída de una idea », sugiriendo que a través de la figura histórica se perfila una figura psicológica ideal. Como lo ha señalado Alzir Hella, el primer traductor francés de Zweig, «... más que la narrativa lineal de una vida, lo que interesa a Zweig es poner de relieve las ideas, la misión de Erasmo, lo que él llama su "legado espiritual": un ideal de tolerancia que se opone al fanatismo de todo tipo, religioso, nacional o filosófico ». Ese ideal cultural es precisamente lo que el escritor austriaco siempre ha tratado de defender y llevar, más allá de la desesperación. Así concluye su ensayo con estas palabras: « Siempre van a ser necesarios aquellos que muestran a la gente lo que los une más allá de lo que los divide y los que renuevan en el corazón de los hombres la creencia en una humanidad superior. »
Principales obras de Stefan Zweig traducidas en castellano
Relatos y novelas
Amok. 2003, Editorial Acantilado.
Ardiente secreto. 2004, Editorial Acantilado.
Carta de una desconocida. 2002, Editorial Acantilado.
Confusión de sentimientos. Apuntes personales del consejero privado R. v. D. 2014, Editorial Acantilado.
El amor de Erika Ewald. 2004, Editorial Acantilado.
El candelabro enterrado. 2007, Editorial Acantilado.
La impaciencia del corazón. 2006, Editorial Acantilado.
Mendel el de los libros. 2009, Editorial Acantilado.
Noche fantástica. 2005, Editorial Acantilado.
Novela de ajedrez. 2001, Editorial Acantilado.
Novelas. 2012, Editorial Acantilado.
Sueños olvidados y otros relatos. Alba Editorial.
Veinticuatro horas en la vida de una mujer. 2006, Editorial Acantilado.
Ensayos y biografías
Américo Vespucio. Editorial Juventud.
Castellio contra Calvino (Conciencia contra violencia). 2001, Editorial Acantilado.
De viaje. Bélgica e Inglaterra. Ediciones Sequitur.
De viaje. Francia, España, Argelia e Italia. Ediciones Sequitur.
Dostoievski, Editorial Juventud.
El legado de Europa. 2003, Editorial Acantilado.
El misterio de la creación artística. Ediciones Sequitur.
El mundo de ayer (Memorias de un europeo). 2002, Editorial Acantilado.
Erasmo de Rotterdam. Editorial Juventud.
Fouché, el genio tenebroso. Editorial Juventud.
La curación por el espíritu (Mesmer, Baker-Eddy, Freud). 2006, Editorial Acantilado.
La lucha contra el demonio (Hölderlin, Kleist, Nietzsche). 2002, Editorial Acantilado.
La mujer y el paisaje. 2007, Editorial Acantilado.
Magallanes, el hombre y su gesta. Editorial Juventud.
María Antonieta. 2012, Editorial Acantilado.
María Estuardo. 2013, Editorial Acantilado.
Momentos estelares de la humanidad (Catorce miniaturas históricas). 2002, Editorial Acantilado.
Montaigne. 2008, Editorial Acantilado.
Tiempo y mundo. Editorial Juventud.
Tres maestros (Balzac, Dickens, Dostoievski). 2004, Editorial Acantilado.
Viaje a Rusia. Ediciones Sequitur.
Viaje al pasado. 2009, Editorial Acantilado.
Cartas y correspondencia
Stefan Zweig – Hermann Hesse. Correspondencia. 2009, IEditorial Acantilado.
Stefan Zweig – Joseph Roth. Ser amigo mío es funesto. Correspondencia (1927-1938). 2014, Editorial Acantilado.
Correspondencia con Sigmund Freud, R. M. Rilke, Arthur Schnitzler. 2008, Paidos Iberica.
Fuentes del presente artículo
Wikipedia
B. Vergne-Cain et G. Rudent, « Le conteur de charme est un viennois », préface de Romans et nouvelles, I, Paris, Le Livre de Poche, « La Pochothèque », 1991.
B. Vergne-Cain et G. Rudent, « Ex Libris Stefan Zweig », préface de Romans et nouvelles, II, Paris, Le Livre de Poche, « La Pochothèque », 1995.
R. Rolland et S. Zweig, Correspondance 1910-1919, éditée et présentée par J.-Y. Brancy, trad. des lettres allemandes par S. Barat, Paris, Albin Michel, 2014.
A menos que se indique lo contrario, las ilustraciones de los artículos son de Wikimedia.
Los comentarios han sido cerrados